El papel de la mujer conductora
El concepto de mujer conductora, al principio, no estaba permitido. Y sin embargo, ahora tienen menor ratio de accidentes las mujeres que los hombres. Desde Drivel queremos ofreceros una publicación distinta que facilite, con una visión clara, la evolución y el papel que ha jugado la mujer en el mundo de la conducción.

La mujer y la conducción
La mujer juega un papel muy importante en todos los ámbitos de la vida. Uno de ellos es la conducción. Hasta hace relativamente poco, este tema era casi exclusivo para hombres. Pero en las últimas décadas ha habido un cambio radical en este aspecto. Las mujeres se han lanzado de forma masiva a conducir.
Desde siempre ha habido distintos estereotipos sobre la mujer. Desde que se consideraba que su eficiencia y confianza en la conducción bajaba por el inherente nerviosismo que poseemos, hasta que no somos capaces de reparar nuestros vehículos, o que somos débiles y por ello nos hacían test por si nos desvanecíamos conduciendo… Y se consideraba que la mujer no podía competir en coches de carreras por la excesiva capacidad del temperamento.
¿Hasta qué punto el estereotipo negativo creado acerca de la mujer conductora influye en su comportamiento a la hora de conducir?
Hoy en día se ven muchas mujeres al volante, si bien existe diferencia cuando vamos subiendo el rango de edades donde hay mayor número de hombres al volante que de mujeres. Estas diferencias solamente reflejan cómo ha ido cambiado la sociedad a lo largo de los años. Y, como en muchos otros aspectos de la vida cotidiana, esta incorporación al mundo de la conducción se ha visto reflejado mucho más tarde que la de los hombres. Salir a cenar con amigos, fumar, trabajar y conducir eran cosas de hombres. Y por ello, cuando las mujeres comenzaron a ser un número importante al volante, empezaron a crearse los estereotipos negativos hacia la mujer conductora. Los estereotipos creados pueden ser malos ya que se pueden llegar a interiorizar.
Es muy típica la frase de: “mujer tenía que ser” dicha por los hombres cuando van a hacer un adelantamiento a alguien que hace maniobras imprevistas o extrañas. También se dice esa frase mucho cuando se ve que está mal aparcado el coche por aquello de que dicen que las mujeres tienen menos capacidad para estimar las distancias. Sin embargo, las estadísticas de la DGT muestran datos completamente contrarios a estos estereotipos. Nos indican que las mujeres tienen un menor número de accidentes que los hombres por ser más precavidas.
Evolución del papel de la mujer conductora
Los primeros coches llegaron a España a principios del Siglo XX. Por supuesto, las mujeres no podían ni acercarse a ellos. Solamente tenían acceso a los coches las clases más altas siempre y cuando fueran hombres. En los años 20 se empezó a permitir que las mujeres obtuvieran el permiso de conducir bajo una autorización del padre o marido. En 1925 se sacó el carnet de conducir la primera mujer en España: Catalina García González, convirtiéndose así en pionera. Otra de las pioneras españolas fue Piedad Álvarez Rubio que fue la primera taxista que hubo en España en 1935.
A partir de los años 50 y 60, España comenzó a desarrollarse mucho y rápido convirtiéndose en uno de los países más industrializados del mundo. A partir de los años 60, la mujer empezó a incorporarse al mundo laboral fuera de casa que coincidió con la creación del Seat 600. Por ello muchas mujeres tenían este coche y se le describía como “punto de arranque a la vida moderna”.
Entre los años 60 y 70 comenzó España a tener un boom en el sector turístico lo que generó un gran impacto en los vehículos. Los fines de semana comenzaban a hacerse escapadas y fue cuando se creó la palabra “dominguero”. El Seat 600 salió a la venta en 1957 dando un giro completo a la industria y al turismo.
Empezaban los viajes para conocer España y los trabajadores empezaban a ir en coche a sus lugares de trabajo. Las mujeres fueron incorporándose a las carreras de coches siendo Simoneta Garith la primera mujer que ganó una carrera en el circuito del Jarama en 1973 con un 600 Abarth y Michèle Mouton la primera mujer en ganar un rally a nivel mundial en 1981. Y fue a partir de los años 70 cuando el coche y la mujer empezaron a estar en sintonía. La mujer tenía mayor independencia, trabajos fuera de casa y libertad de movimientos.

¿Quién tiene menos accidentes?
Para responder a esta pregunta tenemos que analizar los datos de distintos estudios.
Estudios recientes nos informan y desmotan los mitos de que las mujeres son malas al volante. Estos estudios reflejan que las mujeres son mejores conductoras porque son más precavidas y porque respetan más las normas de circulación. Por ello, sufren menos accidentes de tráfico y menos graves. Sin embargo, este mismo estudio indica que tienen más distracciones que los hombres al volante y se olvidan más del mantenimiento del coche. Por ello dan más partes (53% en mujeres frente al 47% de partes en hombres). La tasa de mortalidad por accidentes de tráfico es mayor en hombres que en mujeres. Llegando a ser 3 veces superior.
Tenemos también que analizar los datos según edades. Porque, en este caso, la edad importa. Los jóvenes entre los 18 y 23 años, tienen un índice de siniestralidad más elevado que el de otro rango de edad. La franja de edad de los 34 a los 39 años, es una edad en la que las mujeres suelen tener más partes que los hombres.
Conclusión
La mujer como conductora ha jugado un papel muy importante ya que ha tenido que ir evolucionando prácticamente sola como en el resto de aspectos. La confianza es el verdadero motor para una buena conducción independientemente del sexo. Pero la mujer tiene una serie de cualidades que hacen que la conducción de la mujer sea la más equilibrada.