Miedo a conducir: ¿cómo superar la amaxofobia?

El miedo a conducir es un problema más común de lo que puede parecer. Millones de personas utilizan su coche de forma habitual y casi mecánica, en muchas ocasiones incluso lo consideran divertido. Sin embargo para otros puede suponer un gran problema y son incapaces de ponerse al volante.

Amaxofobia es el nombre que recibe el miedo a conducir y puede presentarse de diferentes formas. Quiénes lo padecen presentan cuadros de ansiedad, taquicardias o temblores durante los intentos de conducción o incluso solo de pensar en ello. En otras ocasiones no se sufren síntomas tan marcados pero si se vuelve un problema incapacitante.

Cuando pensamos en el miedo a conducir es posible creer que le sucede solo a conductores noveles. Pero aunque muchos presentan dicho temor recién obtenido el carnet, existen muchas personas que lo sufren tras años al volante.  A veces incluso se limita a momentos puntuales.

Las causas que provocan la amaxofobia son diversas. En el caso más extremo, el pánico a conducir, puede ser causado por un accidente de tráfico, de la persona o de alguien cercano. Este hecho traumático es en muchas ocasiones un desencadenante importante en el miedo a conducir.

Otro factor que genera amaxofobia, especialmente en principiantes, es la falta de seguridad. Haber obtenido el carnet con dificultad, presiones del entorno o sentir que no se conduce con demasiada habilidad pueden terminar generando rechazo a la conducción.

En el caso de conductores con experiencia también puede desencadenarse el temor al volante. En estos casos se suele relacionar con momentos concretos y no tanto con el hecho de conducir en sí mismo. El miedo se presenta respecto a conducir en ciudades o entornos con mucho tráfico, con condiciones climáticas adversas, o el más común, a conducir de noche. La falta de elementos que pueden ser considerados favorables por el conductor provoca esa sensación de inseguridad que genera en miedo al volante.

La buena noticia es que pese a la ansiedad que puede generar padecer este temor es posible superarlo. En muchas ocasiones se presiona a la persona para que conduzca y supere sus miedos. En algunos casos, cuando se trata de alguna inseguridad es posible que sea una solución pero en la mayoría podría resultar lo contrario. Someter al conductor a la situación que le da pánico sin ayuda generará más estrés y ansiedad. Por ello este tipo de trastornos requieren ayuda profesional. Tratar la raiz del miedo a conducir es fundamental,  además de saber que es un problema más habitual de lo que parece. Una vez abordado el problema a nivel psicológico se puede completar la terapia con cursos de conducción o actividades similares.

En definitiva queremos transmitirte que los miedos son muy comunes y se pueden superar. Que los temores no te impidan obtener tu carnet de conducir con Drivel y disfrutar de todas sus ventajas.

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